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Writer's pictureAndrés Sanfeliú Cruz

Introducción de Mangle: Tomo I

Updated: Sep 17, 2022

“En este libro se emplean con frecuencia los nombres indígenas de las Antillas… Para que el lector comprenda sin esfuerzo, lea esta clave, antes de leer el libro”.

-Eugenio María de Hostos,

La peregrinación de Bayoán (1863)


Si no lo sabía en el 2010, cuando escribí la primera versión de lo que sería Mangle, lo sé ahora. El interés por rescatar la historia antigua de nuestro país y de nuestra gente, más allá de la venerable labor de nuestros historiadores, no es nuevo. En el 1863, Hostos tuvo la necesidad de incluir un breve glosario de nombres taínos para que su novela, La peregrinación de Bayoán, se pudiera entender. Él no fue el primer puertorriqueño en interesarse en estos temas, ni el último.


La idea de Mangle salió de unas cuantas ideas dispersas, pero de un solo motivo: contar historias de héroes boricuas. Héroes en la vida real tenemos, pero en la ficción… se me hace difícil pensar en uno (no estoy diciendo que no haya ninguno). Yo quería escribir una historia universal que nunca se pudiera divorciar de Puerto Rico. Tolkien quería regalarle una mitología a su isla; yo quiero hacer lo mismo para las nuestras.


Esta misión de contar una épica puertorriqueña en los primeros siglos luego de la Conquista Española, me llevó por un hoyo negro de investigación que pronto cumplirá su cuarto año. Prácticamente hice un bachillerato con concentración en Mangle. Llevo todo este tiempo leyendo libros de historia como loco. Las crónicas de los conquistadores, religiosos, gobernadores y reyes están muy bien documentadas. Los españoles se aseguraron de plasmar su historia en papel. Pero la historia de los hijos de Borikén, de San Juan Bautista, de Puerto Rico es poca, en parte porque casi nadie sabía leer ni escribir. Y es precisamente esa la que quería contar.


En un inicio, “criollo” se refería a los hijos de españoles nacidos en el llamado Nuevo Mundo, pero con el tiempo, se convirtió en una manera de identificar a los puertorriqueños, antes que se desarrollara una identidad nacional que utilizara ese gentilicio. Y la historia de ellos, como la de los taínos y la de los africanos esclavizados, se destaca por su escasez. No tenemos casi documentación. ¿Cómo pensaban? ¿Qué sentían? ¿Cómo hablaban? ¿Qué comían? ¿Cómo vestían? ¿Qué hacían en su tiempo libre? ¿Qué sabían y qué no sabían? Hay detalles aquí y allá, y mucho espacio en blanco entre medio de ese aquí y ese allá.


Para contar una historia de los hijos de esta islade las personas nativas de Borikén a quienes llamamos taínos porque no sabemos cómo ellos se identificaban, de las personas esclavizadas que agrupamos bajo el nombre de africanos; porque no siempre sabemos de qué país o de qué cultura en ese vasto continente llegó cada individuo, de los criollos que tal vez eran descendientes de europeos, de taínos, de africanos, o mezclas de algunas o todas esas culturas, por necesidad tenía que escribir una novela de fantasía. En un inicio, hace ya una década, mi interés era simplemente escribir un relato tipo Robin Hood o Zorro, mezclado con piratas y magia. Lo de la historia vino después, pero cuando vino, me di cuenta que la ficción era mi mejor herramienta para acercarme a alguna realidad, aunque no fuera la verdadera. 


Para poder atar los distintos cabos sueltos que forman la historia de nuestro país fue necesario construir una trama anacrónica, o sea, que no se rige por la cronología real de nuestra historia. Por eso me inventé mi propio calendario. El “uno de enero del año uno” en este universo lo marca la muerte de Agüeybaná, el Bravo, luego de treinta años de guerra contra los conquistadores. En nuestra historia real, esa guerra duró veinte. Mangle comienza en el año cuarenta y dos. No traten de ubicar esta novela en un año histórico real, porque no será posible. Pero presten atención a las fechas en los inicios de cada capítulo, porque serán importantes para la trama.


El otro punto que quería discutir es Ramitas, mi primer libro, que publiqué el 9 de abril del 2020. Mangle estaba escrito antes de que empezara a escribir Ramitas, pero el proceso de aprender a escribir y aprender a investigar la historia de nuestra isla ha sido largo y difícil. Por lo que, entre medio de un manuscrito y el otro, escribí quince cuentos cortos que servirían de trasfondo para los sucesos y algunos personajes secundarios de la novela. Sí, se publicó antes, así que técnicamente Mangle es una secuela, pero para mí, Ramitas es una precuela. Lo que quiero decir es que si no has leído Ramitas, no te preocupes, podrás entender Mangle sin ningún problema. Y, si al final quieres leer más historias de la isla de San Juan Bautista, en lo que publico Mangle: Tomo 2, sabes que puedes leer Ramitas.


Por mucho tiempo, yo fui uno de esos locos que se pasa hablando del libro que está escribiendo, sin creer que algún día lo terminaría. La verdad es que todavía no puedo creer que luego de más de 10 años, logré publicar Mangle. Esto es, literalmente, un sueño hecho realidad. Así que nada, espero que disfruten esta historia tanto como yo disfruté escribirla.


Andrés Sanfeliú Cruz,

San Juan, PR

Octubre, 2021


 

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Mangle: tomo I

Una fantasía épica en la isla de San Juan Bautista


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